Esta semana los medios de comunicación se han hecho eco de las nuevas medidas adoptadas por la Generalitat de Catalunya en materia educativa para este curso 2020-2021. Entre ellas, destaca poder aprobar bachillerato y pasar de curso con asignaturas suspendidas siempre y cuando la media de todas las notas sea un aprobado.
Recordemos que hasta ahora no se podía superar 1º de bachillerato con más de dos asignaturas suspendidas y, obviamente, al finalizar 2º de bachillerato, todas las asignaturas debían estar aprobadas ya que es el final de una etapa. El alumno debía acabar «limpio».
Estas medidas han generado mucho debate en el sí de las instituciones educativas y también entre los padres. Hay dos puntos de vista opuestos: el de los que lo ven correcto y los que han dado la voz de alarma.
Los primeros defienden que hay alumnos que no pueden seguir las clases online por distintos motivos (falta de ordenadores, mala conexión, compartir dispositivos con padres o hermanos) y que las medidas adoptadas les ayudan a no quedar «descolgados» y a tener las mismas oportunidades de aprobar el curso que sus compañeros. Los segundos afirman que estas medidas fomentan la cultura del no esfuerzo, del «para qué voy a estudiar si puedo pasar de curso con X asignaturas suspendidas».
Desde mi punto de vista, tanto unos como otros tienen su parte de razón. Por un lado, es cierto que en nuestro país la brecha digital es muy grande y que hay alumnos que, a pesar de querer estudiar o tener un buen expediente, se les hace difícil seguir las clases desde casa por distintos motivos. Pero por otro lado, también es verdad que algunos estudiantes van a optar por «columpiarse» y porque sienten que se les va a regalar el curso.
La verdad es que es muy complicado tomar una decisión como esta, pero en los tiempos que corren parece que nada es sencillo. ¿Tú que opinas?
