¿Sabías que a nivel mundial todavía hay más de 700 millones de jóvenes y adultos que no saben leer ni escribir?
Aprender a leer y a escribir es algo tan normal para nosotros que no nos paramos a pensar que en pleno siglo XXI aún haya personas que no han adquirido estas competencias.
En nuestro país, no hay que irse muy lejos para comprobar que la mejora de la tasa de alfabetización es algo reciente: hace 80 años, solo 1 de cada 4 españoles sabía leer o escribir. El acceso general a la educación tuvo un papel más que importante a la hora de cambiar esta tendencia. Sin embargo, actualmente, más de 600.000 españoles son analfabetos, en su gran mayoría mujeres que vivieron un momento de la historia en las que tenían difícil acceso a la educación.
Y es que la analfabetización conlleva desigualdades: afecta más a las mujeres que a los hombres, pero también aumenta el desequilibrio entre países «ricos» y «pobres». Se calcula que un 70% de la población africana no sabe leer ni escribir.
Es por eso, que desde hace años, los países en vías de desarrollo y la UNESCO han puesto en marcha programas para la alfabetización de adultos y jóvenes que, por diferentes motivos, quedaron fuera del sistema educativo.
A pesar de todos estos esfuerzos, el siglo XXI plantea otro problema: la analfabetización digital. Eliminar la brecha digital es otro de los retos de nuestra sociedad.