En los últimos meses se ha puesto muy de moda hacer clases online pero esta manera de asistir a clase no es nueva. Hace muchos años que existen institutos, centros de formación e incluso universidades que ofrecen sus cursos en línea y el número de alumnos va en aumento (y no precisamente debido al coronavirus). Veamos algunas de las ventajas de estudiar online.
- Comodidad. Es el motivo más obvio de todos. Puedes acceder a tus cursos desde el lugar que tú quieras. Incluso hay muchos de ellos que te permiten ir a tu ritmo, por lo que puedes conectarte y estudiar cuando quieras.
- Recursos en línea. La mayoría de centros elaboran su propio material y lo hacen llegar al alumno por vía electrónica. Esto se traduce en menor gasto de papel y la posibilidad de acceder a recursos infinitos.
- Libros de texto más baratos. Muchas editoriales ofrecen la versión digital de sus libros de texto. En estos casos, el coste es menor.
- Accesibilidad para todos. No me refiero al acceso a las nuevas tecnologías sino a que muchas personas tienen problemas de movilidad (discapacidad, sillas de ruedas, etc.) y a algunas estudiar online les permite poder asistir a una clase como cualquier otra persona lo haría. Muchas veces también contribuye a la socialización de este colectivo ya que abre una ventana al mundo exterior. Para mí, es una de las ventajas más importantes.
- Tutoría personalizada. En una escuela, instituto o universidad convencionales, es muy difícil hacer tutorías personalizadas. Cada grupo-clase tiene su tutor pero el número de alumnos es tan grande que es casi imposible poder atender a todos de manera personal. Los centros online se organizan para que cada tutor tenga un pequeño grupo de alumnos asignado y se hagan entrevistas individuales cuando sea necesario. Además, se suele responder a las dudas de manera rápida y eficaz. A veces, se crea un mayor vínculo tutor-alumno en la educación online que en la presencial.
Después de todo esto, ¿Crees que la manera tradicional de estudiar sigue siendo la única válida?